Al día siguiente fuimos a Moraira y nos encontramos con una “salchichada” popular a cargo de la asociación de vecinos.
Había música, una barbacoa y mucha gente.
La pequeña playa como siempre, estaba abarrotada. El sol brillaba y nadie se lo quería perder.
Justo al lado de la playa y del paseo, hay una pequeña albufera con fauna autóctona.
Al fondo, un aparcamiento donde se pueden ver autocaravanas durante todo el día (y también por la noche)
Moraira es un pueblo que vive del turismo y no pone tantas trabas a los campistas itinerantes, al fin y al cabo la mayoría aparca su caravana y va de tiendas por el pueblo, cena en sus restaurantes, toma copas en los bares…
Y llegó el lunes de Pascua.. Últimas fotos por la mañana..
No solo caravanas, autocaravanas y tiendas.. también hay espacio en el camping para otro tipo de vehículos..
Al fondo.. la recepción / casa de los dueños del camping.
Esta foto podría haberse tomado en los años setenta.. poco habría cambiado el paisaje..
¿Conocéis algo que envejezca tan bien como una caravana?
A la entrada del camping hay maquinas expendedoras.. Ellas si tienen toldos..
Los peques son los que más disfrutan del camping..
Y por último..
Foto de familia antes de la salida con nuestros nuevos amigos..
Y a recogerlo todo… Menos mal que se me da bien el Tetris… Todo debe caber ahí…
Y antes de salir a pagar en recepción..
Como se hacía tarde decidimos comer en el Wok de la entrada de Moraira.
Por 25 euros nos pusimos ciegos de gambas, salmón y sushi.. A las nenas les encanta el arroz chino..
Antes de continuar nuestro viaje de vuelta a casa.. (ahora ya sabeis de donde viene la nueva cabecera de la web)