De campings por el sur de Francia

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Este verano nuestra ruta nos llevo al norte, primero la costa catalana y después la francesa. Probamos dos campings en Francia y vimos numerosas diferencias con los españoles. Estas son las que más me llamaron la atención.

Cuando lees en Internet a la gente comentando experiencias en los campings franceses todo el mundo coincide en que son más baratos que los españoles y que los servicios que ofrecen son muy limitados.

El primer camping al que fuimos fue para dormir en Le Boulou: El Camping Val Roma Park. El nombre prometía. Las instalaciones no tanto.

Llegamos sobre las diez de la noche (allí es como si fuesen las dos de la madrugada) después de salir de la autovía. Lo primero que nos llamó la atención no es que no hablasen castellano, sino que tampoco hablaban inglés.

Eso en España sería impensable.

La recepcionista, una francesa flaca y con cara de vinagre solo sabia decir en español "veintiseis euros". "Pago metalico" y "No es posible electricidad para una noche". Parece que se sabía la lección.

Nos ofrecieron una parcela que estaba en el exterior del camping, junto a los bungalows de la entrada. Parcela por llamarla de algun modo ya que no tenia ni agua ni electricidad. Ni siquiera número. Precio 26 euros y por adelantado. Barato barato no fue.

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El camping estaba lleno de chavales con tiendas y muy poco iluminado. Aquello era como coger un trozo de montaña, ponerle dos o tres calles sin asfaltar y un bloque de aseos al final. Y de vez en cuando una farola para despistar.

Es el único camping en el que me he tenido que llevar linterna para ver el camino a los aseos.

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La decoración de los aseos recordaba a los capítulos de Cuéntame. Hacía muchos años que no había visto un “cagadero” de esos de poner los dos pies y cagar de pie. Naturalmente no lo usé. Con lo suelto que fui durante todo el viaje hubiese dejado una bonita decoración en la pared.

cuentame  

 

Use un water de esos sin tapa (como la mayoría que ví en francia) y al tirar de la cadena temi por mi vida.

cisterna

A la mañana siguiente, sin electricidad y con el hornillo eléctrico abandonado en el ultimo camping después de casi explotar (eso lo contaremos otro día) no quedó más remedio que acudir al bar del camping.

Eran las nueve y media de la mañana y los del bar, que tampoco hablaban ni ingles ni español, nos dijeron que estaba cerrado y que abrían solo para comer. Como allí había gente tomando café le pregunte que qué pasaba con estos.  Me dijo que podían servir café pero solo. Sin leche. Y que nada de tostadas. Obviamente lo mande a tomar por culo. Eso sí con una sonrisa.

bar

Hicimos un breve intento de encontrar algún bar-restaurante cercano, pero no tuvimos éxito. Los que encontramos estaban cerrados o se alquilaban. Fuimos hasta el pueblo y para uno que vimos no había aparcamiento. Total.. que no se desayunaba ese día.

Con los bártulos recogidos nos largamos de aquel camping camino de Colliure. Pero nuestra suerte no iba a mejorar con el siguiente camping. Si lo hizo con el tercero, El Molí en Elne, a unos diez minutos de Colliure.

Entrada del camping El Molí

El camping municipal El Molí (municipal como la mayoría de los campings franceses) ya era más normal. Parcelas grandes y niveladas, suficientes bloques de aseos, sombra (aunque allí no es muy necesaria) un bar y muchos franceses. Apenas vi unos turistas ingleses y otros españoles en todo el camping. Aquello era para franceses.

Lo que llama la atención es que en la mayoría de los campings solo abren de Mayo a Septiembre (quien fuera dueño de uno. Que solo abren en verano se nota en los aseos que están casi al exterior. No hay ventanas sino rejas. Ni siquiera la bañera de bebes tenia puerta. Por otro lado nunca ví a nadie limpiando los baños. Y se notaba.

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El Wifi inexistente, no ya en los campings sino en los bares y restaurantes. Solo pude conectarme en una cafetería de Colliure, y estaba tan llena que no pude ni sentarme.

En cuanto a los idiomas, el encargado ni español ni ingles. Las instrucciones todas en francés y todo “muy local”. Eso explicaba la ausencia de extranjeros. Yo creo que para ir allí cruzan la frontera y se vienen a España. Mejor comida, mejores horarios y mejor trato.

Aun no entiendo por que no tenían secadora con ese clima tan malo que tienen. Hicimos la colada y no hubo manera de que se secase la ropa. Nos la tuvimos que llevar mojada.

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Total de la estancia 86 euros para 3 días. 28,6 euros por día.

Conclusión: no es que los campings franceses sean baratos es que te cobran por lo que te dan.